🍌Banana Valley🍌

A partir de Brave New World (Un mundo feliz), la novela de Aldous Huxley, se han construido muchas miradas sobre el futuro de los humanos y sobre los ideales de un sistema, en el que la producción capitalista de bienes es reemplazada por la producción de mundos (Suely Rolnik).

Estos mundos, son reservados para pocos, para unos VIP capaces de actualizar signos, a través del consumo de objetos y servicios que los mismos nos proponen. Con el desarrollo de la tecnología, cada uno de nosotros es atravesado por una infinidad de fuerzas muy variables: esto hace entrar en crisis a la subjetividad porque las referencias se vuelven precarias, volátiles y los individuos se sienten frágiles, pero es esta fragilidad el corazón mismo de la creación de realidad subjetiva y objetiva.

Tatyana y Hernán han acogido esa fragilidad y, con ella, han emprendido la construcción de un metaverso paradisiaco: Banana Valley. El primer clip, “Avatar”, comienza con la presentación de un manifiesto de una post-república bananera virtual, que introduce la “Fiesta de la reforma agraria”, un videojuego en que la misión consiste en bailar y ganar bananas. El tercero, “Los minadores”, nos ofrece un escenario de mecánicos que son la clave del blockchain que sustenta los metaversos y que representan la base del capitalismo “cafisho” que explota la creatividad de las personas específicamente en América Latina, de esta forma la narrativa nos presenta un exceso de futuro a ser experimentado desde nuestra falta absoluta de presente.

El proyecto reside, en su capacidad de performar esa tensión entre sistemas imperfectos, en los que el juego, la guaracha y el disfrute encuentran una ficción operativa y un territorio deslocalizado en los que ponemos en escena un conjunto de hipótesis del futuro donde el metaverso funciona como una ficción política de una tierra utópica donde el trabajo cyber-mecánico mina la nueva ilusión.


Texto Victor Albarracín

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Since Aldous Huxley's Brave New World, many views have been built on the future of humans and on the ideals of a system in which, according to Suely Rolnik, "the capitalist production of properties is replaced by the production of worlds".

These worlds are reserved for a few VIPs capable of actualizing signs, through the consumption of objects and services that they propose to us. With the development of technology, each of us is traversed by an infinity of variable forces: this brings subjectivity into crisis because references become precarious, volatile and individuals feel fragile, but it is this fragility that is at the very heart of the creation of subjective and objective reality.

Tatyana and Hernán have embraced this fragility and, with it, have undertaken the construction of a paradisiacal metaverse: Banana Valley, consisting of 3 metaverses. The first clip, "Avatar", begins with the presentation of a manifesto of a virtual post-banana republic, which introduces the second video: "Fiesta de la reforma agraria", a video game in which the mission consists of dancing and winning bananas. The third, "The miners", offers us a scenario of mechanics that are the key to the blockchain that sustains the metaverses and that represent the basis of the "cafisho" capitalism that exploits the creativity of people specifically in Latin America; in this way the narrative presents us with an excess of future to be experienced from our absolute lack of present.

The intention of the project resides in its capacity to perform that tension between imperfect systems, in which the game, the guaracha dance and the enjoyment find an operative fiction and a delocalized territory in which we stage a set of hypotheses where the metaverse functions as a political fiction of a utopian land in a neuro-dancing narrative where cyber-mechanical work are minting the new illusion.